ADAPTACIÓN AL PREESCOLAR

El preescolar ofrece muchos beneficios: puede ser un excelente lugar para que los niños interactúen con pares y aprendan lecciones de vida valiosas, como saber compartir, esperar su turno y seguir reglas. También los puede preparar para el jardín de infantes y la etapa posterior.
Pero ir al preescolar conlleva su buena cuota de emociones, tanto para los padres como para los niños. Para un pequeño, el ingreso a un nuevo entorno preescolar, lleno de maestros y niños desconocidos, puede causar tanto ansiedad como anticipación. Los padres podrían tener emociones encontradas acerca de si su niño está preparado para el preescolar.
Cuanto más cómodo esté usted acerca de la decisión y cuanto más familiar pueda hacerse el entorno para su hijo, menos problemas enfrentarán usted y su pequeño.

Aliviar los temores de su hijo

Dedique un tiempo a hablar con su hijo sobre el preescolar, incluso antes de que comience. Antes del primer día, introduzca gradualmente a su hijo en las actividades que suelen desarrollarse en un aula. Para un niño acostumbrado a hacer garabatos con papel y crayones en casa, por ejemplo, será reconfortante descubrir los mismos crayones y papel en su sala de preescolar.
Hacer algunas visitas a la primera sala de preescolar antes del inicio de las clases también puede facilitar la entrada a un territorio desconocido. Ofrece la oportunidad no solo de conocer al maestro del niño y preguntarle por las rutinas y actividades frecuentes, sino también de contarle sobre las rutinas y actividades en casa. Mientras esté en la sala, deje a su hijo explorar y observar la sala y decidir si quiere interactuar con otros niños. La idea es familiarizar a su hijo con la sala y dejar que se sienta a gusto.
También puede preguntar cómo maneja el maestro los primeros días llenos de lágrimas. ¿Cómo se estructurará la primera semana para simplificarle a su hijo la transición?
Si bien debe reconocer este importante paso que su hijo está dando y brindarle apoyo, demasiado énfasis en el cambio podría empeorar la ansiedad. Los niños pequeños pueden captar las señales no verbales de sus padres. Cuando los padres se sienten culpables o preocupados por dejar a su hijo en la escuela, este probablemente lo percibirá.
Cuanto más calmado y confiado esté usted acerca de la decisión de enviarlo al preescolar, más seguro se sentirá su hijo.

El primer día

Cuando entre a la sala el primer día, con tranquilidad vuelva a presentarle al maestro a su hijo; luego tome algo de distancia para que el maestro pueda comenzar a establecer una relación con el niño. Su aprobación del maestro le mostrará a su hijo que se sentirá feliz y seguro al cuidado de él.
Si el niño se aferra a usted o se niega a participar en la clase, no se moleste, ya que el niño podría molestarse más. Las sugerencias para dejar a los niños en el preescolar son sencillas, pero pueden ser difíciles para los padres. Siempre despídase de un modo cariñoso, pero luego de hacerlo, debe irse enseguida. Nunca se marche a escondidas. Aunque parezca tentador, marcharse sin despedirse puede hacer que los niños se sientan abandonados, mientras que una despedida prolongada solo podría servir para reforzar la sensación del niño de que el preescolar es un lugar malo.
Un ritual constante y predecible de despedida puede facilitar la salida. Algunos padres saludan desde afuera de una ventana de la sala o hacen una cara graciosa de adiós, mientras que otros leen un libro corto antes de partir. Los objetos de transición (una foto familiar, un muñeco especial o una manta favorita) también pueden ayudar a consolar a un niño. Además, recuerde que la mayoría de los niños están bien una vez que los padres se van.
Ya sea que su hijo esté entusiasmado o reacio a ir al preescolar, asegúrese de que, cuando llegue por la mañana, un miembro de la escuela esté al alcance para ayudar en el traspaso del niño desde su cuidado hasta la sala. Algunos niños tal vez vayan corriendo al encuentro de sus compañeros, mientras que otros podrían querer unos mimos en privado y un cuento de alguien que los cuide antes de unirse al grupo.
Muchas instituciones preescolares comienzan con un ritual diario, como un momento en ronda, en que los niños y los maestros hablan de lo que hicieron el día anterior y las actividades que se desarrollarán a lo largo del día. Los niños en edad preescolar tienden a responder a este tipo de previsibilidad, y seguir una rutina los ayudará en su transición del hogar a la escuela.

FUENTE: http://kidshealth.org

Comentarios

  1. Muy buena entrada!!! saludos desde
    http://marielapreescolar.blogspot.com.ar/

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