DÍA DEL RECICLAJE ACTIVIDADES PARA EL AULA
En
muchos países del mundo se celebra el 17 de Mayo el Día Internacional del
Reciclaje.
Oportunidad para recordar la estrategia de Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar,
que busca reorientar el comportamiento de todos los ciudadanos con vista a
mejorar el gran flagelo del Siglo XXI en cuanto a residuos sólidos.
Aunque
el origen de esta celebración no está muy claro, se ha hecho una costumbre la
cual aprovechan muchos movimientos o grupos ambientalistas y ecologistas en varios países del mundo para
realizar campañas y actividades informativas o educativas en torno al tema del
reciclaje.
Esto con
el fin de promover en los habitantes del planeta una mayor responsabilidad, no solo vista desde la perspectiva del ciudadano consumidor, sino
de aquel que extrae la materia prima y del que la transforma en un bien de
consumo.
Cuando hablamos de
reciclaje siempre podemos ver un logo que lo representa. Del podemos decir que fue creado en el año 1970 gracias a un
concurso de diseño en el que participaron estudiantes estadounidenses. El
ganador fue Gary Andersen de la Universidad de California del Sur.
El
símbolo consiste en un círculo de Möbius junto a tres flechas las cuales
representan un proceso del reciclaje:
- Reducir: consiste en la reducción de objetos de convertirse en residuos.
- Reusar: consiste en volver a usar un producto para darle el mismo u otro uso.
- Reciclar: consiste en el tratamiento de residuos que son reintroducidos en un ciclo de vida.
Para
poder reciclar debemos conocer los colores de los contenedores donde
arrojaremos los desechos para su posterior Recuperación.
Estos son:
- Contenedor verde: en el contenedor verde se recogen envases de vidrio (botellas, mesas, espejos, entre otros).
- Contenedor gris: en el contenedor gris se encuentran residuos de metal (tapas, latas, envases de aluminio, entre otros).
- Contenedor azul: el contenedor azul contiene residuos de todo tipo de cartón como cajas, papel de envolver, periódicos, cartulinas y muchos más.
- Contenedor naranja: en el contenedor naranja se recogen todos aquellos residuos de tipo orgánico como verduras, comidas, papel absorbente, papel higiénico, entre otros.
- Contenedor amarillo: en el contenedor amarillo se recogen los residuos de plástico como botellas, envases, tarjetas de plástico, bolsas y tubos PVC.
Nosotros
como docentes debemos educar a nuestros niños sobre este tema por lo tanto
debemos aprovechar su fecha conmemorativa para realizar actividades que
promuevan la conciencia ecológica y desde mi perspectiva todo los días debemos
conversar y promover un estilo de vida en pro del cuidado de nuestro planeta.
Algunas
de las actividades que pueden hacer para esta fecha y durante todo el año son:
1.
Crear un
canasto donde los niños puedan depositar las tapas de plásticos. Están pueden
ser llevadas a la Fundación Tapas Por Vida la cual utilizara el dinero que se
recaude de las ventas de estas para ayudar a Fundaciones que colaboran con
niños y niñas con cáncer. Esta actividad es bellísima y participa toda la
comunidad, escuela, padres y representantes.
Las tapas que allí se depositan deben ser plásticas
el color, tamaño u origen no importa el único requisito es que tienen que ser
de plástico. Luego de recolectarlas pueden llevarlas a los centros
identificados para este fin. Para mayor información busquen en Facebook Tapas por Vida Venezuela
2. Realizar manualidades con los desechos que se
acumulan en la institución envases de refresco, cartones de jugos entre otros.
3. Colorear imagenes alusivas
4. Lectura de cuentos con temas de reciclajes, pueden leerlos o dramatizarlos con los niños o titeres.
Fuente: http://xpressate2008.blogspot.com
Un
día, Adrián iba caminando por la calle junto a su madre cuando empezó a
escuchar a alguien llorar. Miró dentro de un cubo y vio que había un
botella llorando.
- Hola, botella, ¿como te llamas? Y, ¿por qué lloras?
- Hola. Me llamo Botellín y lloro porque me han dejado aquí tirado en el suelo y ahora no me podré reciclar.
- Bueno, no llores, Botellín, -dijeron Adrián y su madre- nosotros te ayudaremos a llegar donde tengas que ir para que puedas reciclarte.
- ¿Sí? -dijo Botellín muy alegre- No me lo puedo creer. ¡Qué bien! Menos mal que alguien me ayuda. Pues veréis, me tenéis que llevar a un contenedor que es mi casa.
- Y, ¿cómo es ese contenedor Botellín?
- Pues es verde y redondo y allí me recogerán para poder reciclarme y poder convertirme en un bonito jarrón o un fantástico vaso.
- Bueno, pues nada, se acabaron las lamentaciones -dijo la mamá de Adrián- métete aquí en mi bolso que te acercamos.
Botellín, de un brinco, saltó al interior del bolso de la mama de Adrián y contentos pasearon por la ciudad en busca del contenedor. Cuando iban a cruzar una carretera volvieron a escuchar un lamento. Adrián tropezó con un cuaderno roto y manchado.
- ¿Por qué lloras, cuaderno?
- Hola, me llamo Libritina y lloro porque estoy aquí tirada en el suelo y no voy a poder reciclarme jamás.
- No llores, mujer. Mi mamá y yo estamos buscando un contenedor de reciclaje para nuestro amigo Botellín. Si nos dices cuál es tu contenedor te podemos llevar a ti también.
- ¡Estupendo! ¿Haríais eso por mi?
- Claro, hay que reciclar mujer.
- Pues bien, mira mi casa es azul. Allí es donde podrán recogerme para reciclarme y poder convertirme en un bonito libro o un periódico.
- Vale, pues no te preocupes. -dijo la mamá de Adrián- Ven con nosotros que te ayudaremos a llegar a tu casa.
Entonces Libretina saltó y se metió en el interior del bolso de la mamá de Adrián para llegar a los contenedores de reciclaje. Siguieron andando por la calle bien contentos de poder ayudar a sus nuevos amigos cuando Adrián volvió a tropezar con una bolsa de plástico rota.
- ¡Cachis! Casi me caigo.
- ¡Perdona , perdona! – gritó la bolsa- Sé que este no es mi sitio, pero me han tirado aquí y ahora, además de poder provocar un accidente, no voy a poder reciclarme, con lo que me gustaría poder convertirme en un bonito banco de jardín o una valla del parque.
- Y, ¿cuál es tu nombre? – preguntó Adrián.
- Mi nombre es Plasticor.
- Bueno, Plasticor, mira, llevamos a unos amigos a reciclar. Si te quieres venir con nosotros y nos indicas cómo es tu casa, podríamos llevarte a ti también.
- ¡Oh! Eso sería estupendo. Veréis, mi casa es amarilla y sé que no muy lejos de aquí. Yo os podré guiar.
Adrián se agachó a recoger a Plasticor del suelo cuando unos niños sucios que pasaban por allí empezaron a reírse de él.
- Mira ese niño, Antoñito. Le podemos llamar "el basurillas" porque va recogiendo toda la basura del suelo.
- ¡Sí! Es un basurero, ¿verdad, Pepito?
Los dos, Antoñito y Pepito se rieron de Adrián y su madre, que estaba disgustada de ver la actitud de los niños, se acerco a ellos.
- ¡Oye! No es un basurilla. Adrián está haciendo un trabajo muy importante para el planeta que es reciclar.
- ¿Reciclar? ¡Vaya tontería! Da igual que la basura esté tirada en el suelo.
- De eso nada. -Les dijo Adrián- Si todos contaminamos las calles como vosotros y nadie lleva la basura a sus contenedores, el mundo se volverá un sitio sucio, feo y que huele mal, se convertirá en un basurero enorme. ¿Tú quieres vivir en un basurero?
- Pues, no, ¡claro que no!
- Pues si no quieres que el mundo se vuelva un sitio apestoso y sucio, vas a tener que reciclar, llevar cada cosa a su lugar.
- Tienes razón. A mí no me gustaría que todo estuviese manchado y maloliente.
- Pues ayúdanos a reciclar, verás cómo es divertido.
Adrián, Antoñito , Pepito y la mamá de Adrián llegaron al contenedor todos juntos, y cada uno sacó del interior del bolso de su madre todos los objetos que había que reciclar. Así, Antoñito metió la bolsa de plástico al contenedor amarillo.
- ¡Gracias, chicos! - Gritaba Plasticor, mientras caía al interior.
Pepito metió a Libritina al contenedor azul.
- ¡Muchísimas gracias a todos!
Y Adrián tiró a Botellín al contenedor verde.
- Bueno, Botellín, espero que finalmente seas feliz cuando te reciclen y te conviertas en un bonito jarrón como te gustaría.
- ¡Ójala! Pero esto solo sucederá si gente como tú está dispuesta a colaborar y nos ayuda a llegar a la meta. Así que gracias a todos y espero verte dentro de poco en algún mercado cuando sea por fin un bonito florero.
- ¡Adiós, Botellín! ¡Que seas feliz!
Y tiró a Botellín al interior del contenedor verde.
- Hola, botella, ¿como te llamas? Y, ¿por qué lloras?
- Hola. Me llamo Botellín y lloro porque me han dejado aquí tirado en el suelo y ahora no me podré reciclar.
- Bueno, no llores, Botellín, -dijeron Adrián y su madre- nosotros te ayudaremos a llegar donde tengas que ir para que puedas reciclarte.
- ¿Sí? -dijo Botellín muy alegre- No me lo puedo creer. ¡Qué bien! Menos mal que alguien me ayuda. Pues veréis, me tenéis que llevar a un contenedor que es mi casa.
- Y, ¿cómo es ese contenedor Botellín?
- Pues es verde y redondo y allí me recogerán para poder reciclarme y poder convertirme en un bonito jarrón o un fantástico vaso.
- Bueno, pues nada, se acabaron las lamentaciones -dijo la mamá de Adrián- métete aquí en mi bolso que te acercamos.
Botellín, de un brinco, saltó al interior del bolso de la mama de Adrián y contentos pasearon por la ciudad en busca del contenedor. Cuando iban a cruzar una carretera volvieron a escuchar un lamento. Adrián tropezó con un cuaderno roto y manchado.
- ¿Por qué lloras, cuaderno?
- Hola, me llamo Libritina y lloro porque estoy aquí tirada en el suelo y no voy a poder reciclarme jamás.
- No llores, mujer. Mi mamá y yo estamos buscando un contenedor de reciclaje para nuestro amigo Botellín. Si nos dices cuál es tu contenedor te podemos llevar a ti también.
- ¡Estupendo! ¿Haríais eso por mi?
- Claro, hay que reciclar mujer.
- Pues bien, mira mi casa es azul. Allí es donde podrán recogerme para reciclarme y poder convertirme en un bonito libro o un periódico.
- Vale, pues no te preocupes. -dijo la mamá de Adrián- Ven con nosotros que te ayudaremos a llegar a tu casa.
Entonces Libretina saltó y se metió en el interior del bolso de la mamá de Adrián para llegar a los contenedores de reciclaje. Siguieron andando por la calle bien contentos de poder ayudar a sus nuevos amigos cuando Adrián volvió a tropezar con una bolsa de plástico rota.
- ¡Cachis! Casi me caigo.
- ¡Perdona , perdona! – gritó la bolsa- Sé que este no es mi sitio, pero me han tirado aquí y ahora, además de poder provocar un accidente, no voy a poder reciclarme, con lo que me gustaría poder convertirme en un bonito banco de jardín o una valla del parque.
- Y, ¿cuál es tu nombre? – preguntó Adrián.
- Mi nombre es Plasticor.
- Bueno, Plasticor, mira, llevamos a unos amigos a reciclar. Si te quieres venir con nosotros y nos indicas cómo es tu casa, podríamos llevarte a ti también.
- ¡Oh! Eso sería estupendo. Veréis, mi casa es amarilla y sé que no muy lejos de aquí. Yo os podré guiar.
Adrián se agachó a recoger a Plasticor del suelo cuando unos niños sucios que pasaban por allí empezaron a reírse de él.
- Mira ese niño, Antoñito. Le podemos llamar "el basurillas" porque va recogiendo toda la basura del suelo.
- ¡Sí! Es un basurero, ¿verdad, Pepito?
Los dos, Antoñito y Pepito se rieron de Adrián y su madre, que estaba disgustada de ver la actitud de los niños, se acerco a ellos.
- ¡Oye! No es un basurilla. Adrián está haciendo un trabajo muy importante para el planeta que es reciclar.
- ¿Reciclar? ¡Vaya tontería! Da igual que la basura esté tirada en el suelo.
- De eso nada. -Les dijo Adrián- Si todos contaminamos las calles como vosotros y nadie lleva la basura a sus contenedores, el mundo se volverá un sitio sucio, feo y que huele mal, se convertirá en un basurero enorme. ¿Tú quieres vivir en un basurero?
- Pues, no, ¡claro que no!
- Pues si no quieres que el mundo se vuelva un sitio apestoso y sucio, vas a tener que reciclar, llevar cada cosa a su lugar.
- Tienes razón. A mí no me gustaría que todo estuviese manchado y maloliente.
- Pues ayúdanos a reciclar, verás cómo es divertido.
Adrián, Antoñito , Pepito y la mamá de Adrián llegaron al contenedor todos juntos, y cada uno sacó del interior del bolso de su madre todos los objetos que había que reciclar. Así, Antoñito metió la bolsa de plástico al contenedor amarillo.
- ¡Gracias, chicos! - Gritaba Plasticor, mientras caía al interior.
Pepito metió a Libritina al contenedor azul.
- ¡Muchísimas gracias a todos!
Y Adrián tiró a Botellín al contenedor verde.
- Bueno, Botellín, espero que finalmente seas feliz cuando te reciclen y te conviertas en un bonito jarrón como te gustaría.
- ¡Ójala! Pero esto solo sucederá si gente como tú está dispuesta a colaborar y nos ayuda a llegar a la meta. Así que gracias a todos y espero verte dentro de poco en algún mercado cuando sea por fin un bonito florero.
- ¡Adiós, Botellín! ¡Que seas feliz!
Y tiró a Botellín al interior del contenedor verde.
Riza, la botellita reciclada
Riza era una botella de plástico muy bonita, toda llena de agua. Hacía un tiempo que esperaba en el estante de la tienda a un niño que se la llevara para darle felicidad con su refrescante contenido. Hasta que un día, un pequeño y su papá se la llevaron a casa para compartirla con toda la familia.
Riza era muy feliz al ver que aliviaba la sed de todos. Al final
de la merienda, el niño se la llevó y la metió en una bolsa verde.
Estaba llena de otras botellas de plástico como ella, todas muy temerosas y confundidas. Pero Riza seguía tan feliz como cuando aún estaba llena de agua.
Las otras botellas se asombraron de que Riza esté feliz en una situación como aquella. Pero se sorprendieron aún más cuando les explicó el motivo de su felicidad.
- No tengan miedo. Estamos a punto de ser renovadas para seguir
llevando alegría a muchos otros niños. Lo sé porque ya pase por esto
antes y les aseguro que es una aventura fantástica.
Pero sus compañeros seguían sin entender.
En ese instante sintieron que algo los levantaba. Todas las botellas gritaban, menos Riza.
- Calma, calma - les decía, con una gran sonrisa que inspiraba tranquilidad. - Van a reciclarnos.
- ¿Cómo que reciclarnos? - le preguntó una de las botellitas, la más curiosa de todas - ¿Acaso van a convertirnos en bicicletas?
Riza soltó una risa que contagió de optimismo a todos.
- Noo! Van a reutilizarnos, es decir, hacernos útiles de nuevo.
Nos llevarán a un lugar donde nos convertirán en cosas nuevas. De esta
manera se evitará que vayamos a parar a un sucio basural y así protegeremos el medio ambiente.
- ¡Qué bueno! - respondió la botella curiosa, contagiada de alegría. - Entonces no nos desecharán, sino que volveremos a llevarles alegría y a calmar su sed y su hambre con la nueva comida o bebida que contengamos.
- No solo eso. También podrían elegirnos para llevar más diversión a los niños, transformándonos en juguetes de plástico, por ejemplo. Somos muy valiosas para terminar en la basura. Será una experiencia maravillosa; como nacer de nuevo.
De pronto, todo se detuvo. Sintieron como algo los levantaba nuevamente y los depositaba sobre una mesa que se movía.
- ¡Aquí vamos! - exclamó Riza, entusiasmada.
Y como si estuvieran en una montaña rusa, todos se deslizaron gritando de emoción y alegría.
Algunas horas después, salieron por el otro extremo, convertidas en todo tipo de objetos de plástico reciclado con rumbo a diferentes fábricas, donde se llenarían nuevamente de alegría para otros muchos niños. Iban felices e impecables, listas para una nueva aventura.
Igual que lo hizo Riza, ellas también contarán su historia de cómo ayudaron a tener un mundo más limpio, enseñándonos a protegerlo.
5. Canciones sobre el reciclaje:
REDUCIR, REUTILIZAR Y RECICLAR
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
Así es como puedes reducir
Lleva una bolsa cuando vayas a comprar
y compra solo aquello que realmente vas a usar
apaga las luces cuando salgas de tu cuarto
y cierra bien los grifos que gotean en el baño.
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
Éstas son formas de reutilizar
Si recibes un regalo nunca botes el papel
puedes hacer arte o algo lindo con él
los juguetes que no quieras los puedes donar
siempre hay alguien que no tiene nada para jugar.
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar.
Y no olvides reciclar
Separa las botellas y las latas de aluminio
separa las de plástico y las que son de vidrio
arregla los periódicos revistas y cartón
y lleva todo listo a un centro de recolección.
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
Ahora todos juntos chicos y grandes lo pueden hacer
el planeta Tierra te lo va a agradecer.
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
Reducir, reutilizar y reciclar
reducir, reutilizar y reciclar
6. Proyección de videos educativos:
Por ahora es todo espero que hayan sido productivas para su aula. Si desean compartir fotos de los momentos donde se encuentran realizando las sugerencias envíalas y con gusto la publicamos.
Si usted tiene ideas, estrategias, actividades u opiniones sobre este temas envíelas. Con gusto la publicamos. Feliz día. Dios los bendiga
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